Existen una gran cantidad de negocios familiares que pueden llegar a ser en su día empresas de tamaño medio con una gestión profesionalizada y con vocación internacional. Y aunque a sus propietarios les pueda parecer un sueño el potencial lo tienen pero existe un factor limitante estos mismos propietarios son a su vez trabajadores del día a día de su empresa. Este hecho les quita todo el tiempo para poder pararse a pensar en el futuro de su empresa. Aquí es donde un consultor externo puede ayudarles.